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¿Por qué los tradicionales condenan a las mujeres pastoras?

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Quizás la palabra más adecuada no sea condenar, sino más bien “no aceptan”. Es un tema dividido en el cuerpo evangélico. Hay iglesias tradicionales que ordenan pastoras, como la metodista, por ejemplo, y otras. El sector no denominacional o iglesias libres, aceptan pastoras y a hasta se le llama pastora a la esposa del pastor. El argumento es que si en Pentecostés, mujeres presentes recibieron el don más grande de Dios y prometido por el Señor Jesús, el Espíritu Santo, que podría impedir el acceso al ministerio pastoral de las mujeres. Sin embargo, si miramos las páginas del libro de los Hechos y las cartas pastorales no encontramos evidencia de pastoras mujeres en el ministerio. Si en el oficio de Diáconos (1 Timoteo 3:8-13). Ahora, ante la ausencia de varones en una situación dada, el Señor levantará y usará a una mujer. No nos olvidemos que el hombre y la mujer son creación de Dios y hechos a su imagen y semejanza.

Cabe mencionar lo que Pablo enseña en 1Timoteo 2:11-13:
La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adán fue formado primero, después Eva.

En las notas de la Biblia de Estudio de MacArthur, dice:
Silencio (calma) y sujeción (alinearse bajo autoridad) debían caracterizar el papel de una mujer  como aprendiz en el contexto de las reuniones eclesiásticas. Pablo explica lo que quiso dar a entender en el v. 12: las mujeres deben permanecer en silencio al abstenerse de enseñar, y deben demostrar sumisión al abstenerse de usurpar la autoridad de los pastores o ancianos.

1 Timoteo 22:12, “no permito”: La palabra griega que se traduce “permito” se emplea en el NT para aludir a dejar que alguien haga lo que desea. Es posible que Pablo tratara aquí una situación real en la que varias mujeres en Efeso desearan predicar frente a toda la congregación. Enseñar. Pablo empleó una forma verbal de esta palabra griega que indica una condición o proceso y se traduce mejor “ser un maestro”. Esta era una función importante y oficial en la iglesia (vea Hch. 13:1; 1 Co. 12:28; Ef. 4:11). Aquí Pablo prohíbe que las mujeres ocupen el oficio pastoral y ejerzan las funciones del pastor o del maestro, pero no les prohíbe que enseñen  en otras condiciones y circunstancias apropiadas (cp. Hch. 18:26; Tit. 2:3, 4). Ejercer dominio sobre. Pablo prohíbe que las mujeres ejerzan cualquier tipo de autoridad sobre los hombres en la congregación de creyentes, puesto que los ancianos son quienes cumplen esa función (5:17). Todos los líderes deben ser hombres (como lo aclaran los requisitos de 3:2, 5)

Sin embargo, si miramos las presiones del ministerio y las obligaciones de dedicación en tiempo, es muy difícil para una mujer el oficio pastoral, sumado el cuidado de los niños y el hogar y su esposo ¿No será que el Señor en su sabiduría coloca a la mujer donde pueda ejercer primariamente su tarea, la cual el hombre por diseño no puede realizar? La mujer puede ser y es una tremenda ayuda para su esposo pastor. Me gusta personalmente, llamar a mi esposa mi asistente principal.

Cordialmente,
Dr. Rogelio Aracena


YA NO SE CREE Como AnteS ... Por Les Thompson

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Si hay algo que como pastores confrontamos en común, es que ya no se cree como antes. Es decir, el hombre moderno es un escéptico. Escuche, por ejemplo, las palabras del matemático Ronald Graham:
Nuestros cerebros evolucionaron para sacarnos de los aguaceros, para enseñarnos dónde están las viandas, y para evitar que nos matásemos. De ninguna forma evolucionaron para que comprendiésemos ecuaciones difíciles, ni para que considerásemos cosas con mil dimensiones.1

El que abandona lo que dice la Biblia —que creó Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó—2 deja de sentir la necesidad de asistir a la iglesia. Hoy mucha gente rechaza la idea de que somos seres especiales, “creados por Dios”. Si no hay Dios y si no somos especiales, ¿por qué ser religiosos?

Fíjense en los efectos sociales. Pudiéramos comenzar con lo moral, considerando la manera en que las normas estrictas del pasado hoy son puestas a un lado. Pudiéramos mirar al hombre común. Cada quien anda por su cuenta —nadie ama ni protege al prójimo, porque el único que importa es uno mismo. Es así que no sólo se abandona a la Biblia y a Dios, tampoco se confía en los gobernantes. El mundo está harto de las promesas falsas y las mentiras de los políticos.

Puesto que encuentran falsedad por doquier, estos escépticos concluyen que ya no se puede creer en nadie ni en nada, sólo se puede creer en uno mismo. Por tanto, el único propósito en la vida es el goce; es decir, buscar la manera de satisfacer todos los placeres posibles para sentirse bien en medio de toda la confusión que le rodea.

El resultado es un hedonismo narcisista. Por todas partes se ve que hemos hecho un dios de la sensualidad, del cuerpo y de los placeres “inmediatos”.3

Lo que acabo de describir, los sociólogos lo llaman POSTMODERNISMO. Es una ola filosófica invasora que afecta prácticamente al mundo entero y que pretende transformar el modo de pensar de la civilización del Siglo 21.4

Lo primero que rechaza el postmodernismo es la verdad. Afirma que no hay tal cosa como una verdad objetiva.

“La verdad,” dicen, “no es una, ni es universal. Emana de agrupaciones de gente que gradualmente van creando sus ideas y explicaciones para todo. Cada agrupación, cada cultura, cada región tiene su verdad. Por lo tanto, no hay una verdad universal. Hay muchas verdades”.

Al hablar de sistemas de pensamiento (por ejemplo, lo que enseña la Biblia), prefieren el término “construido” a “creado”, porque, según ellos, los autores de la Biblia (u otros libros religiosos) “construyeron” sus propias “historias” o “relatos”, y estos gradualmente llegaron a ser aceptados como “verdad”.

Asumen que para contestar las preguntas más difíciles en cuanto a la realidad, el hombre —desde su comienzo— ha creado “símbolos”5 (por ejemplo, los cristianos tenemos como símbolos a Jehová, los Diez Mandamientos, Jesucristo, la cruz, el cielo, el infierno, etc.) Pero tales “construcciones”, declaran, no vinieron directamente de Dios, fueron inventadas por gente religiosa en los lugares en que vivían. Por tanto no son universales, son regionales. Explican, además, que cada grupo tiene sus símbolos religiosos —cristianos, hindúes, musulmanes, etc.— , los cuales son muy distintos entre sí.

En consecuencia, lo que es verdad para uno es mentira para otro.

Concluyen, por tanto, que en lugar de haber una verdad absoluta (como la Biblia), hay muchas verdades —cada pueblo construye la suya.

Esta conclusión la aplican no solo a lo religioso, sino a cualquier otro postulado —sea científico, lingüístico o matemático. Lo que vale no son los postulados, cualesquiera que sean. Lo importante es lo que la persona siente, no esas ideas anticuadas que los hombres del pasado inventaron.

¿Cómo justifican estas ideas? Comienzan por explicar los hechos del presente siglo (las grandes y sangrientas guerras, la bomba atómica, el hambre y la miseria, la violencia, la injusticia, la corrupción). Para ellos, todo esto da prueba de la necesidad urgente de formular nuevos sistemas de pensamiento y acción, ya que lo viejo nos ha fracasado por completo.

Me recuerda un episodio de la brillante obra de Aleksandr Solzhenitsyn, Un día en la vida de Iván Denisovich. Iván se mofa de la fe y las oraciones de su joven amigo bautista, Alyoska, diciéndole que no cree que esas oraciones le van a sacar de la cárcel más pronto que a los demás. La respuesta de Alyoska sorprende a Iván: “Yo no le pido a Dios que me libre de la cárcel, le pido que aquí en la cárcel me ayude a cumplir con Su voluntad. Eso fue lo que nos enseñó Jesús a orar, no nos metas en tentación más líbranos del mal…” y le repite a Iván el Padre Nuestro. No es que Alyoska no quiera salir de la cárcel, donde está por haber sido falsamente acusado, es que por tener una fe firme en Dios vive en un plano donde la miseria de aquella cárcel no le afecta.

Si hemos de arrestar el egreso severo de nuestras iglesias a causa de esta presente ola de incredulidad, como pastores primero debemos saber a dónde estamos parados. En segundo lugar, debemos predicar y enseñar una fe tan firme en Dios (como la de Alyoska) que los miembros de nuestras congregaciones no estén buscando cómo escapar de situaciones difíciles, sino cómo vivir para agradar al Dios santo en este mundo lleno de maldad.



¿A qué se refiere la Biblia cuando habla de "Sana Doctrina"?

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                No existe una fe cristiana en la ausencia de una “sana doctrina” (1 T 1:10; T 1:9). Son las “sanas palabras” de instrucción (1 T 6:3), “sanas palabras” de enseñanza (2 T 1:13-14) que nos protegen del engaño. Es nuestro deber el apegarnos estrictamente a la verdad que fue “enseñada” por los apóstoles y “entregada” en la Biblia a la iglesia con toda pureza. Este mensaje apostólico es el único que establece una base firme para nuestra esperanza (T 1:9) y salvación (1 Co 15:2; 1 P 1:23-25). Sin esta verdad no tenemos ni al Padre ni al Hijo (2 Jn 9). Es más, únicamente por medio de la sana doctrina podemos crecer en Cristo (Col 2:6). Es al quedarnos dentro del marco de las doctrinas apostólicas que le honramos.

Por la forma única que fue revelada nuestra doctrina, por la verdad eterna que encierra, por el hecho que solamente por esa verdad salvadora podrá el hombre perdido llegar a Dios, los apóstoles advirtieron a los cristianos a que no se apartasen ni a diestra ni a siniestra de ella. Esta es “la verdad que habéis oído desde el principio” (1 Jn 2:7, 24, 26; 3:11). Dice el autor de la carta a los Hebreos, “por tanto es que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos” (Hch 2:1), pues es “la fe que ha sido una vez dada a los santos” (Jud 3). Sólo por apegarnos a esta enseñanza apostólica podremos considerarnos un “buen ministro de Jesucristo” (1 T 4:6).

Ya que se nos ha entregado tan generoso tesoro, los apóstoles nos instruyen a proteger esta fe (2 T 1:13-14), a “contender ardientemente por la fe” (Jud 3), a “retener la palabra fiel tal como ha sido enseñada” (T 1:9) , y "anatemizar” al que se aparte de ella (Gal 1:9), “porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina sino que, teniendo comezón de oír, se amontonaran maestros conforme a sus propias concupiscencias” (2 T 4:3). Este, pues, es el encargo que hemos recibido directamente de los apóstoles en nombre de Cristo Jesús.

Les Thompson



¿Qué Significa Ser Un Testigo De Cristo?

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        Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús. Hechos4:13



¿En qué consiste este testimonio? ¿Acaso sólo en hablar a otros, biblia en mano, de un Redentor crucificado, muerto, resucitado, ascendido, y sentado en el trono de Dios para interceder por nosotros? La respuesta en NO! Antes debemos preguntarnos: ¿Cómo es mi vida diaria? ¿Cuáles son mis pensamientos íntimos? ¿es mi conducta un reflejo de mis pensamientos? ¿Son mi conducta y mis palabras dignas de ser un Hijo de Dios? Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús. ¿POR QUÉ LA GENTE  ESTABA ASOMBRADA DE ESTOS HOMBRES? R: LES RECONOCÍAN QUE HABÍAN ESTADO CON JESÚS. PEDRO Y JUAN ERAN HOMBRES SIN LETRAS Y DEL VULGO, ERAN CONSIDERADOS CARENTES DE EDUCACIÓN, SIN CULTURA LIBRESCA. ERAN PESCADORES, NO ERUDITOS. PERO SABÍAN HABLAR DE ALGO QUE HABÍAN CONOCIDO, ELLOS HABÍAN SIDO “TESTIGOS PRESENCIALES” Se trataba de personas que vivieron el “pentecostés” (El día en que los seguidores de Jesucristo recibieron la bendición del Espíritu Santo) ¿Acaso pagaron por ello? NO ¿Acaso ya habían hecho grandes cosas para Dios, como para merecer tan grande bendición(regalo)? NO ¿Acaso se trataban de personas extraordinarias, cada una profesional en su propio campo? la respuesta es NO! Había ciertamente una cosa que hacía la diferencia en estas personas: ELLOS CREÍAN EN DIOS. EN EL DIOS DE LA BIBLIA, Y EN TODO LO QUE EL HABÍA HECHO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO. CREÍAN EN LA BIBLIA, ERAN HOMBRES Y MUJERES DE FE. Se trataba de personas totalmente comunes, pues “Dios no hace acepción de personas” 2:1-13 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. Juan 6:37PERO AUNQUE ES CIERTO QUE TODOS PUEDEN  VENIR Y QUE DIOS ESTÁ DISPUESTO A RECIBIR A TODOS, TAMBIÉN ES PRECISO REPETIR UNA Y OTRA VEZ, QUE ¡DIOS NO LOS RECIBIRÁ DE CUALQUIER FORMA! ESTOS HOMBRES CREÍAN QUE EL HOMBRE HABÍA SIDO CREADO A LA IMAGEN DE DIOS. “NO SE PUEDE CONCEBIR QUE EL ESPÍRITU SANTO PUEDA SERLES PROMETIDOS A PERSONAS QUE NO CREEN EN EL DIOS DEL GÉNESIS, EL DIOS DE LA BIBLIA”

¿Pueden Servir Mujeres Como Ancianos De La Iglesia?

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No creemos que las mujeres puedan ser ancianos en la iglesia. Cuando el apóstol Pablo dijo que la mujer no debe “ejercer dominio sobre el hombre” (1 Timoteo 2:12), él no agregó un argumento cultural. En vez de eso, se refirió a la creación para mostrar que no es la intención que la mujer domine sobre el hombre (vv. 13-14). Las razones que dio fueron que la mujer fue creada después del hombre, y que ella fue engañada cuando actuando independientemente del liderazgo del hombre.

Pablo sigue diciendo en 1 Timoteo 2:15 que la mujer “se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia”. Ese versículo no habla sobre el destino eterno de la mujer, pero significa que son salvas de ser ciudadanas de segunda clase a través del privilegio de criar a los hijos. Dios diseñó a la mujer para cumplir un papel en su hogar que ningún hombre puede cumplir (Proverbios 31:10-31; Tito 2:4-5).

El pensar de nuestra sociedad sobre el papel de la mujer es contrario a las prioridades reveladas en la Biblia. Génesis 3 explica por qué existe ese conflicto. Después de la Caída, Dios le dijo a la mujer, “tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti” (Génesis 3:16). Génesis 4:7 nos ayuda a entender lo que significa ese versículo. Allí Dios le dijo a Caín, “El pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él”. Exactamente la misma frase se usa en los dos pasajes.

Entonces en la misma manera que el pecado nos trata de dominar a todos; las mujeres caídas desean dominar a sus esposos, y los  hombres caídos tienden a oprimirlas en la misma manera que el pecado oprime al pecador. El equilibrio destinado, por supuesto, es logrado cuando los hombres guían y las mujeres se sujetan de una manera piadosa (Efesios 5:22).

John MacArthur